miércoles, 18 de marzo de 2009

LA MAMÁ MÁS MALA DEL MUNDO

Yo tuve la mamá más mala del mundo. Mientras que los otros niños podían irse a la escuela sin desayunar, yo tenía que comer todo el cereal, el huevo y el pan tostado. Cuando los demás niños tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que conformarme con comer siempre comidas nutritivas.
Mi madre insistía en saber todo lo que hacíamos y donde estábamos, parecía que estábamos encarcelados; tenía que saber quiénes eran nuestros amigos. Insistía en que, si decíamos que íbamos a tardar una hora, de hecho tardáramos una hora y no dos.
Me da vergüenza admitirlo, pero hasta rompió la "Ley contra el trabajo de los niños menores", e hizo que laváramos los trastos, tendiéramos nuestras camas, aprendiéramos nuestras tareas de la escuela y muchas cosas más; hasta creo que se quedaba despierta por la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer, tan sólo por molestarnos: Que lávate los dientes, cepíllate el cabello, respeta a los mayores, obedece...
Siempre insistía en que dijéramos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Así, entre tanta crueldad, transcurrió mi infancia. Para cuando llegamos a la adolescencia y fue más sabia, nuestras vidas se hicieron aún más miserables. Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo, nos avergonzaba hasta el extremo de obligar a nuestros amigos a llegar hasta la puerta de la casa para preguntar por nosotros.
Pasaron los años y resulta que todos sus hijos somos felices. Hemos sabido superar las dificultades de la vida y desarrollar magníficas relaciones tanto en la familia como en la iglesia y en nuestros trabajos. ¿A quién debemos culpar de nuestra situación actual?
Tienen razón, a nuestra "Mala Madre".
Verán lo que nos hemos perdido: Nada que valga la pena.
Hemos descubierto que nuestra "mala madre" es en realidad la mejor del mundo. Gracias a ella mis hermanos y yo nos hemos propuesto continuar el camino trazado por Jesús: Vivir para servir. Así es el amor. "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo" (Salmo 41).
Estamos tratando de educar a nuestros hijos como lo hizo nuestra madre. Estoy llena de orgullo cuando mis pequeñitos me dicen que soy "mala". Sonrío recordando mis propios arrebatos de cólera y le doy gracias a Dios por haberme dado a la "Mamá más mala del mundo".
Si su madre fue tan mala como la mía, ¿no cree que usted debería expresarle su mas profundo agradecimiento?

miércoles, 11 de marzo de 2009

UN GRAN AMOR

Mi Esposa me Recomendó Salir con Otra Mujer Despúes de varios años de matrimonio descubrí una nueva manera demantener viva la chispa del amor. !Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa. Tu sabes que la amas
-me dijo un día, tomándome por sorpresa….La vida es muy corta, dedícale tiempo.
Pero yo te amo a tí
- protesté.
Lo sé. Pero también la amas a ella. La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre,pero las exigencias de mi trabajo y mis hijos hacían que sólo la visitara ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. ¿Qué te ocurre? …. ¿Estas bien?.... me preguntó mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde, en la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo, le respondí.¡Los dos solitos!. ¿Que opinas? Reflexionó sobre ello un momento. …..Me gustaría muchísimo, dijo. Ese viernes mientras conducía para recorgerla después de mi trabajo me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede una cita... y ¿PorDios, cuando llegué a su casa, vi que ella también estaba muy
emocionada!.Me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto, se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su último aniversario de bodas, su rostro sonreía, irradiaba luz como un ángel.Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron muy emocionadas
- me comentó mientras subía a mi auto
- No podrán esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada. Fuimos a un restaurante
no muy elegante, pero si muy acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera "La Primera Dama de la Nación".Cuando nos sentamos tuve que leerle el menú. Sus ojos sólo veían
grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mi mamá esta sentada al otro lado de la mesa y sólo me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios.Era yo quien te leía el menú cuando eras pequeño ¿Recuerdas?Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor
-respondí.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación, nada extraordinario, sólo ponernos al día uno con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine. Saldré contigo otra vez, pero
sólo si me dejas invitar, dijo mi madre cuando la llevé a su casa, asentí, la besé, la abracé.
¿Cómo estuvo la cita? quiso saber mi esposa cuando llegué aquellanoche. Muy agradable, gracias, Mucho más de lo que imagine, le contesté.Días mas tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo y una nota que decía: "La cena está pagada por anticipado, estaba casi segura que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para ti y tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mi. ¡Te amo!.
En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo "TE AMO" y dedarles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu Familia, dales tiempo porque ellos no pueden esperar.
Si vive tu madre, disfrutala....
Si no......... Recuérdala...............
Y recuerda siempre: Dios perdona, pero el tiempo nunca.
Imprimir