viernes, 13 de enero de 2012

No estés ansioso

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El problema de la preocupación es que comenzamos a decir: ¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber? ¿Qué vamos a vestir? En otras palabras, ¿qué vamos a hacer si Dios no actúa a favor de nosotros?

En lugar de calmar nuestros temores y abandonar nuestras preocupaciones, comenzamos a impacientarnos e inquietarnos con las palabras que salen de nuestra boca, lo cual las hace arraigar aún más profundamente.

El problema, con esta manera de hacer las cosas, es que esta es la forma en que actúa la gente que no sabe que tiene un Padre celestial. Pero tú y yo sabemos que tenemos un Padre amoroso, así que debemos actuar como tales.

Jesús nos asegura que nuestro Padre celestial conoce todas nuestras necesidades antes de que se lo digamos. Entonces, ¿por qué nos preocupamos por ellas? En lugar de ello, debemos poner nuestra atención en cosas que son mucho más importantes, las cosas de Dios.

Busquemos primero el reino de Dios y su justicia; entonces todas esa otras cosas que necesitamos nos serán añadidas.

Mateo 6:31-32
Así que no se preocupen diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿Qué beberemos? o ¿Con qué nos vestiremos? Porque los paganos (gentiles) andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.

Fuente: Cómo encontrar ánimo para cada día. Joyce Meyer.

¿En qué reside la dignidad?

Un carpintero tenía un hermano que era un músico famoso. Cuando su hermano vino de visita a la compañía constructora donde trabajaba, el capataz le dijo:

-Debe estar orgulloso de tener un hermano que el mundo entero conoce por su música.

Luego, sintiendo que quizá había menospreciado a su empleado, agregó con torpeza:

-Por supuesto, no todos en la familia pueden tener el mismo talento.

-Usted tiene razón. Mi hermano no sabe nada acerca de construir una casa. Tiene la suerte de poder contratar a otros para que le construyan la suya.

El músico afirmó y agregó:

-Tanto mi hermano como yo trabajamos con las manos. Yo sostengo un instrumento musical en las mías y él un martillo en las suyas.

No todos tenemos el llamado a transitar a través de la vida por los mismos caminos. Si así fuera, ¡no cabe duda que veríamos muy concurrido nuestro camino!

Booker T.Washington escribió en el libro Desde la Esclavitud: Hay tanta dignidad en labrar el campo como en escribir un poema. La dignidad reside en el corazón y en la actitud del hombre, no en la descripción de su trabajo.

Todo llamado es grande si se persigue tenazmente.

Filipenses 3:14
Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Fuente: El libro devocionario de Dios para Hombres, Editorial Unilit