sábado, 25 de junio de 2011

Dios me ha Dicho

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Maravilloso que captes que la soberbia es tu mayor enemiga...

Que te has ido haciendo sólo un castillo y que te crees único en el mundo, cierto que te he dotado de grandes talentos… pero hay muchas almas tan dotadas como tu, pero no has captado que tienes que detenerte de ese correr asesino en el cual
vives, para permanecer un poco en quietud y en la soledad te hablaré, te iré transformando lentamente, tienes que darme un poco de tiempo para serenarte, y entregarte mi mayor regalo: la paz interior…

Ese estado de alma tan maravilloso que te permitirá disfrutar absolutamente de todo de una noche de luna maravillosa de un concierto, sobre todo de cada persona que ponga a tu
lado y que tiene tantos valores espirituales...

Te daré la capacidad enorme de saber escuchar para que así te enriquezcas, para que así puedas en todo momento ser humilde y puedas dejara de pasar la luz que deseo hacia otras
personas que te rodean, te he permitido sufrir muchas cosas, muchos aparentemente fracasos, en los negocios, en tu familia, en tus hijos…

Porque de una cosa aparentemente mala siempre saco cosas extraordinariamente buenas… Porque te he amado tanto y de tantas maneras en todos los años de tu existencia…

Que deseo de todo corazón que seas dócil, quiero ocupar tu
alma totalmente en todos los rincones de tu existencia, deseo estar presente para que al no estar dividido por la soberbia puedas permitir entrar la generosidad a tu alma… la entrega, la discreción, ese no hablar y hablar incesantemente… te observo y pienso ¿Cuándo me escuchará?

Quiero que me dediques tiempo en la oración, que captes que solo ahí te puedo llenar de fortaleza… para que puedas continuar dando en tu misión de padre, esposo, amigo, hijo… estás tan dotado que realmente no tienes porque tener este rostro de amargura… si te dejaras amar…. Estás carente de amor… porque no te dejas alcanzar… siempre estás agrediendo a los demás porque te sientes único.

Hijo mío tantas almas maravillosas te rodean y tu soberbia no permite que lo disfrutes, entrégame tu alma libre de apegos y de egoísmo y yo te regalaré a cambio, mi paz interior… esa paz que he dicho te regalaré en todo momento: a los hombres de buena voluntad… hijo mío te he amado tanto y de todas maneras.

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