jueves, 30 de agosto de 2007

No juzgues

Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo.
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero...!
Quizás necesita un jabón nuevo...
¡Ojala pudiera ayudarla a lavar las sábanas!
El marido miró y quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo al marido:
¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa!
¿Le enseñaría otra vecina?
El marido le respondió:
¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!
Y la vida es así, todo depende de la limpieza de la ventana, a través de la cual observamos los hechos.
Es fàcil juzgar a los demàs sin darnos cuenta que la situaciòn errada està es en nosotros.
Limpiemos las ventanas de nuestra vida antes de mirar a los demàs.
No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá.

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